De vuelta

Había llegado hace poco, y después de dejar un par de cosas en la sala de profesores, salí a dar una vuelta por el castillo. Termine en la sala común, donde todo era igual a lo que recordaba. Me tire en mi sillón preferido de aquellos tiempos y puse las piernas encima de la pequeña mesa que estaba en frente. Cualquiera que me viera diría que estaba loca, se suponía que era profesora, pero me daba igual. Estar allí era como estar de vuelta en casa, así que no importaba mucho lo que pensaran de mí los demás.

Acababa de salir de clase, iba rumbo a la sala de profesores cuando vio a una chica con las piernas encima de la mesa, Vaya que no tenia modales se acerco lentamente a ella, se coloco tras ella - No puedes subir las piernas ahí - Dijo en un susurro

Estaba toda tranquila en mi mundo, cuando escuche pasos detrás mío, y una voz que me sonaba extremamente familiar, diciendo que no podía subir las piernas a la mesa. ¡Como si ya no lo supiera! Negué con la cabeza, sin bajar las piernas de allí.
-¡Aja! ¿Y tu quien eres para que me digas es…o? –pregunte, incorporándome un poco en el sillón y girando la cabeza para mirar, y apenas pude terminar la frase la impresión que me lleve.
-¿Adam? –dije casi en un susurro, sin estar segura de que se trataba realmente de él.

Abrió los ojos como platos, era posible que ella estuviera ahí, después de tanto tiempo... -¿Rachel?, ¿Cómo?, ¿Pero?...- Algo confundido -¿tu...?- Sin moverse ni nada... eso era demasiado extraño, tantos años sin saber de ella, y de repente la encontraba tirada en un sofá de lo mas cómoda

Era el enserio. La última persona que esperaba encontrarme allí justo después de tantos años. Hace mucho tiempo, me había ido sin avisar y sin despedirme, y ahora el reencuentro era de lo más raro.
-Pues si…yo. He llegado hace poco, soy profesora aquí. Joder, Adam! –sonreí, levantándome del sillón y abrazándolo. Habían sido años y sí que lo extrañaba.
-¿Cómo estás? ¿Qué haces por aquí?-pregunte queriendo saberlo todo de golpe, en el parte de ser impulsiva, no había cambiado en nada.

Sonreí un poco, en verdad me agradaba verla, después de tanto tiempo... La abrace también.-¿Profesora?, Woow que casualidad, yo también- Riendo leve -Estoy bien... ¿y tú?, ¿Como estas?,- mirándola de arriba a abajo, seguía tan linda como la última vez que la vio.

-¿Cómo que tu también? ¿Qué materia das? –pregunte un poco sorprendida, se estaba haciendo demasiada información en un mismo día. Me separe un poquito de él, mirándole como evaluando.
–Pero si has crecido y todo eh…No es justo, sigues siendo más alto que yo. –dije riendo, poniendo carita de niña pequeña y triste. –A ver, déjame adivinar… ¿Profesor de Literatura? –dije inocentemente, aunque ya sabía con 99% de seguridad que sería eso, era algo que le había encantado desde siempre.
–Yo…bien, no sé. Igual que siempre. Aunque se siente bien estar de vuelta aquí.

Guiñe el ojo -Básquet- Reí un poco -Ok no...- La miro sorprendido -¡Bruja!,- Reí de nuevo -Ya vez... ¡Siempre me ah encantado la literatura!, y tu ¿de qué eres Profesora?- La mire sonriente -Siempre es bueno estar de vuelta - Echando un vistazo al lugar

-¿Básquet? ¿Cómo que básquet? –pregunte sin estar demasiado convencida, después reí al escucharle. –Ya ves Jared, siempre he tenido talento para la magia. –dije sonriendo, echando el pelo hacia atrás en un gesto de ‘superioridad’.
–Pues adivínalo, que no es difícil. ¿Qué es lo que más me gustaba en mis tiempos de estudiante? –dije inocentemente, el había sabido desde siempre que me encantaba la Defensa en contra de las Artes Oscuras, aunque en esos tiempos nadie hubiera pensado que terminaría siendo profesora. Le cogí de la mano, tirando de el y sentándolo en uno de los sofás de allí, mientras que yo me acomodaba a su lado, sentada a lo indio.
–Quiero que me cuentes todo. ¿Qué has hecho? ¿Por dónde has estado? ¿Cómo te ha ido? Y lo más importante… ¿Cómo se te ocurrió venir aquí Brody? Que yo no tenía idea que querías ser profesor. –dije hablando con la velocidad de la luz, queriendo saberlo todo de golpe. Sabía que la que tenía que dar explicaciones era yo, pero estaba segura que su historia no sería más larga que la mía, así que prefería escucharle primero, y después hablar yo.

Asentí antes de reír -Ya vez- Guiñándole el ojo, sonriente, mirando como echaba su pelo hacia atrás, y este dejo salir un delicioso aroma, ¿En verdad la había extrañado tanto?, -¿Defensa en contra de las Artes Oscuras?- Sin apartar su vista de ella, Sintió el tirón y la siguió sin negarse, miro cada uno de sus movimientos sin poder evitar sonreír, Siempre sonreía cuando estaba con ella, con sus "Locuras", era lindo volver a sonreír por ella, La miro fijo y se mordió el labio al escuchar tantas preguntas a la vez, suspiro un poco antes de volver hablar -Bueno, demasiadas preguntas a la vez- Soltando una risita -¿Qué he hecho? Demasiadas cosas, Estudiar, Prepararme, y seguir con la vida- Mirándola recordando el día que de repente "desapareció" -En realidad eh estado aquí, por mucho tiempo, y yo tampoco tenía idea de que sería profesor, todo sucedió muy rápido, pero ¿Tu? Dime ¿cómo se te ocurrió venir aquí?-

Reí al escucharle, sabía perfectamente que acertaría a esa pregunta…en realidad, a esa y a cualquier otra pregunte que se le podía hacer acerca mío, me conocía mejor que nadie en el mundo, hasta había veces cuando el sabia más que yo misma.
-¡Bingo! Exactamente eso. Es que no me veía en nada mejor, así que hice lo que más me gustaba. No es gran cosa, pero bueno. –me acomode mejor en el sofá, apoyando la cara en las manos y escuchándole atentamente. Cuando menciono lo de ‘seguir con la vida’, baje la mirada, sabía que eso era culpa mía, sabía que le había hecho pasar un mal rato, y que me había ido sin siquiera una carta de despedida, pero en ese momento no había pensado las cosas. Y cuando había estado en condiciones de hacerlo, había sido demasiado tarde. Levante de nuevo la cabeza, mirándole muy arrepentida.
-Me alegro por ti, enserio! Te lo mereces! –sonreí, volviendo a la posición de antes y limpiando la voz para hablar bien.
–Pues yo…necesitaba volver a un lugar donde me sentía bien, y Hogwarts siempre ha sido como una segunda casa para mí…bueno, la única casa ya, pero me hace bien estar de vuelta y no me negué cuando me ofrecieron el trabajo. Lo sorprendente es que no pensaba encontrarme con ninguna cara conocida y mira…-dije con una pequeña sonrisa, sin darme cuenta que se me había escapado el asunto de que ya estaba sola. Había jurado no contarle a nadie lo que había pasado, pero con él me era demasiado fácil hablar y muy difícil guardar secretos.

Escuche atento cada una de sus palabras -Es lo mejor que uno puede hacer, seguir con su vida, aunque a veces es difícil... Pero bueno, me alegra que estés aquí, jamás me imagine verte por aquí de nuevo- Eche un vistazo alrededor y la mire de nuevo, sin poder evitar sonreír.
-Hogwarts es un hogar para cada una de las personas que están aquí, y es lindo que nosotros- Apuntando con un dedito
-después de tanto tiempo lo sigamos viendo como un hogar, Pero no se cuéntame cómo ah sido tu vida, ¿Donde has estado? ¿Qué has hecho?-

Escuche lo que dijo y respire hondo, se lo iba a contar. Después de tanto tiempo, tenia la necesidad de hablar con alguien, compartir lo que había pasado y con el me sentía segura y sabia que podía hacerlo sin ningún tipo de problema.
-Yo....pues, recuerdas cuando me fui hace tiempo? Que desaparecí sin decir nada y eso? No fue porque quise, nunca he querido ni irme de aquí, ni hacer lo que hice. Mi madre estaba muy mal, tenia una enfermedad terminal de no se que, no me acuerdo del nombre, y estaba sola en casa. Al principio no me dijeron nada para que no regresara, pero cuando empeoro...fue entonces cuando me fui. Cuide de ella yo, mi padre ni se digno en aparecer por casa para preguntar como estaba, fue así después del divorcio...Y...esa es la razón principal. Por mucho que me dolía dejar todo aquí, no podía no ir...y cuando ella murió, estaba muy mal para regresar, así que seguí unas clases particulares y aquí estoy.
Esto es todo lo que paso resumido. Lo siento Adam, se que te he lastimado mucho, y también se que fue estúpido de mi parte ni mandar una carta...y no tengo razones para excusarme, si me odias también lo entenderé, pero quería que supieras. -termine de hablar en un susurro y baje la mirada, lo había dicho todo y estaba segura que ahora no me quería ni ver, era parte del precio que tenia que pagar por haber echo lo que hice.

Off: voy a ver 'Bones', en 1h o algo mas vengo! (K)

Mientras me contaba su historia, me levante del sofá y camine hacia la ventana, Escuchando cada una de sus palabras y analizando la situación, Cuando termino de hablar la mire, y note como bajaba la mirada.
-Te entiendo, La familia es importante y tú tenías que ir a ver a tu madre y cuidarla, y lamento lo de tu Padre que no fuese lo suficiente maduro como para preguntar por la madre de su hija...
Y no soy una persona de rencores Rachel y tú lo sabes, yo hace mucho tiempo te perdone, Pero perdonar no es igual a Olvidar, y hay cosas que no se olvidan, y menos cuando tienen que ver con esa persona que tanto amas- Hizo una pausa, para tomar aire, acaro un poco su voz y continuo, caminando hacia ella.
-a veces perdemos cosas o en este caso personas, y hay que aprender a vivir sin ellas, Salir adelante, y créeme no te odio, tu tenias que irte, y si no te despediste, no enviaste una carta o algo por el estilo, Tus razones debiste tener- Me hinque junto a ella, levante su mirada y sonreí.
-Ahora la vida es otra, somos personas diferentes, vemos la vida de otra forma comprendimos tantas cosas que antes no sabíamos ni como se escribían- Reí un poco y la abrace.
-El amor no se acabo, Sigue aquí solo que de otra forma, Creo... así es la vida, y hay que aprender a vivirla, a pesar de todo... la vida sigue, y eso lo aprendí, tiempo después de que te fuiste.-

-Adam…no intentes ni hacerme sentir mejor, ni nada de eso. –dije al escucharlo hablar, después me calle hasta que termino de decir todo. Por un lado tenía razón, y por el otro, me había puesto a mi misma mil veces en su lugar y sabia que no había sido fácil para el…ni para mí lo hubiera sido si la cosa hubiera sido al contrario. Adam era la mejor persona que había conocido en la vida, y no se lo había merecido, sobretodo él. Negué con la cabeza al escucharle, no todo era tan fácil como él me decía.
–No intentes justificar mis acciones, si yo no puedo hacerlo, tu tampoco. Lo que hice fue horroroso, ni yo me puedo perdonar eso. Y si, la familia es importante, pero no es lo único que te queda en el mundo, créeme que ya lo sé por experiencia. –iba a seguir diciendo un par de cosas más, cuando sentí su abrazo y no pude evitar algunas pequeñas lagrimas; yo y mi sensibilidad, nunca conseguiría cambiar eso. Apoye la cabeza en su hombro, abrazándolo fuerte.
–No te pido ni que me perdones, ni que lo olvides…solo déjame ser tu amiga de vuelta. –susurre sin estar muy convencida, me parecía pedir mucho, cuando en realidad no merecía nada.

-Esto no lo hago por hacerte sentir mejor, lo hago porque es lo que pienso, y te comprendo, Creeme- Abrazandola con mas fuerza. -Claro que eres una amiga, enverdad lo eres, no era necesario que lo pidieras- Me alejo un poco de ella, y sonrio.
-Dejemos eso en el pasado, y sigamos con la vida- Se veia muy tranquilo al decirlo, pero enrealidad le daba tanto coraje, el que despues de tanto tiempo, que el seguia con su vida, y estaba olvidandola, ella regresara y le moviera todo su mundo, Pero no se podia tampoco quejar, le encantaba el pensar en tenerla de vuelta e ir juntos por la vida, Pero fuera como fuera jamas olvidaria aquel dia...

Sonreí dulcemente, acercándome y dándole un suave beso en la mejilla.
-Gracias. -susurre despacio. Comprendía que no fuera fácil, ni seguir adelante, ni hacer como si nada hubiera pasado, porque había sido algo que nos había marcado mucho a los dos, había sido demasiado tiempo separados. Y aunque me hubiera equivocado, ya no pensaba irme otra vez, ni hacer ninguna estupidez de ningún tipo, esta vez iba a hacer las cosas bien.
-Ahora, profe de literatura, cuando das tu primera clase? -pregunte en tono bromista, intentando hacerle reír un poco y romper el hielo, nunca me había gustado el silencio, era demasiado incomodo para mis gustos.

Mire cada uno de los movimientos de sus labios, cuando termino de hablar, hice un pequeño movimiento con la cabeza para volver en sí, asentí levemente, sonreí... me acomode en el sillón, echando un vistazo rápido alrededor y mirándola a ella de nuevo.
-Yo ya di mi primera clase, ^^' Usted, Profesora ¿Cuando tiene su primera clase?- Sonriendo de ladito, se sentía incomodo hablándole de usted, pero era divertido

-¿Ya diste tu primera clase? Hm, mala suerte. Para la próxima me tienes ahí. –dije riendo, después escuche que me hablaba de usted y arquee una ceja.
-¿Perdón? ¿Desde cuándo tu me tratas de ‘usted’? Deja de usar eso Jared, que me haces sentir vieja! –reí, negando con la cabeza y apoyándome hacia atrás en el sillón. –Pues yo mañana, recién llegue y eso.

-Te esperare ^^, No me falles =) - Rei un poco al escuchar su reclamo.
-Esque tengo que tratarla con respeto profesora^^', luego surgen los problemas... ¿Mañana? Vaya... pues suerte con los chicos entonces...

-Claro que no te fallo, allí estaré que tengo que conseguir una lista de libros para leer…así no soy inferior a tus alumnos. –dije riendo, medio de broma, aunque había su parte de la verdad, mis conocimientos de literatura nunca habían sido demasiado profundos. Sonreí al escucharle, negando con la cabeza.
-No habrá ningún tipo de problema…dejare que me trates de ‘tu’ sin castigarte. ¿Y cómo son estos chicos? –pregunte curiosa, queriendo hacerme una idea de lo que me esperaba.

-Anda, déjalo Jared. ¿Estabas pensando en serio lo de tratarme de ‘usted’? Es que no me entra en la cabeza, nos conocemos demasiado como para que me digas así. –dije riendo, totalmente convencida de lo que decía. Así era, teníamos demasiada confianza para ese tipo de formalidades. Asentí con la cabeza al escuchar lo que decía de los alumnos.
-Ya, me lo imagino. Pero yo como soy verdaderamente simpática, hare que no me desean la muerte. –reí, recordando mis tiempos de estudiante, cuando junto a él, maldecíamos a todos los profesores por las tareas y los castigos que nos ponían.
-Por cierto, hablando de viejos profesores… ¿Has visto alguno de nuestros tiempos por aquí? ¿O ya se han ido todos?